Siempre me preguntan por qué mi nickname es «Quiero Sangre», sé que puede ser algo fuerte para mentes débiles y morbosas, y me atrevo a escribir esto debido a que la sangre para mi no es muerte y destrucción, si no que todo lo contrario, para mi es vida, vitalidad.
Esta «vida» me ha acompañado en muchas instancias de mi existencia, siendo adolescente alternativa descubrí los vampiros y el maravilloso mundo en el cual la sangre tomaba un papel fundamental, más grande estuve maravillada por el poder de las transfusiones de sangre, también experimenté el freak show de sangre, y así, el elemento me ha acompañado de diferentes formas a través de mi existencia.
¿Cómo negarse a recibir vida cuando nos faltan ganas de vivir? así veo al líquido rojo, como si fuera un sigilo de mis esperanzas puestas en la vida, por eso quiero sangre.
Adolescer
Búsquedas de todo tipo me llevaron a la literatura, música y cine del lado más oscuro, como puerta de entrada al BDSM conocí personajes ficticios que despertaron en mi ganas de saber que era un fetiche por ejemplo, lo que en conjunto a mi sed de aprender, formaron a la Les que soy hoy.
Cuerdas
Tempranamente me di cuenta que las cuerdas me gustaban por su sutileza, por la oportunidad que me daban de no tocar a alguien con mis manos, pero si a través de algo, o por poder variar la intensidad cuando las ocupaba, como en la vida misma.
Siendo un poco más grande, tomé cuanta clase pude en mis viajes y acá estoy, con una maraña de info en la cabeza y las manos que necesito compartir.